A propósito D… 1 de octubre, Día Internacional del Mayor

El 14 de diciembre de 1990, la Asamblea General de las Naciones Unidas, estableció el 1 de octubre como el día internacional de las personas de edad, con el objetivo de poder responder a las oportunidades y desafíos del envejecimiento de la población del S. XXI y con el objetivo de promover el desarrollo de la sociedad para todas las edades.

Dicha Asamblea, también declaró el periodo 2021-2030 como la Década del Envejecimiento Saludable y pidió a la OMS que se encargara de liderar su puesta en práctica. La Década es un proyecto de colaboración a escala mundial que pretende aunar los esfuerzos de los gobiernos, la sociedad civil, los organismos internacionales, los profesionales, el mundo académico, los medios de comunicación y el sector privado para llevar a cabo una acción concertada, catalizadora y colaborativa a lo largo de 10 años orientada a promover vidas más largas y saludables.

La Década tiene en su base la Estrategia y Plan de Acción Mundiales de la OMS sobre el Envejecimiento y es un apoyo para el cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

La Década del Envejecimiento Saludable (2021-2030) tiene como objetivo reducir las desigualdades en materia de salud y mejorar la vida de las personas mayores, sus familias y sus comunidades a través de la acción colectiva en cuatro esferas: cambiar nuestra forma de pensar, sentir y actuar en relación con la edad y el edadismo; desarrollar las comunidades de forma que se fomenten las capacidades de las personas mayores; prestar servicios de atención integrada y atención primaria de salud centrados en la persona, que respondan a las necesidades de las personas mayores; y proporcionar acceso a la asistencia a largo plazo a las personas mayores que la necesiten.

La Organización Mundial de la Salud, considera que los adultos mayores son todas las personas que sobrepasan los 60 años de vida, una etapa más asociada al envejecimiento. Desde un punto de vista biológico, el envejecimiento es el resultado de la acumulación de una gran variedad de daños moleculares y celulares a lo largo del tiempo, lo que lleva a un descenso gradual de las capacidades físicas y mentales, a un mayor riesgo de enfermedad y, en última instancia, a la muerte. No obstante, más allá de los cambios biológicos, el envejecimiento suele estar asociado a otras transiciones vitales, como la jubilación, el traslado a viviendas más apropiadas y la pérdida de personas queridas.

Desde un punto de vista psicológico, Las personas mayores siguen desarrollándose a nivel comportamental, aunque con un menor incremento que en etapas anteriores. El envejecimiento psicológico de una persona es el resultado de la acción del tiempo vivido y percibido por ella sobre su personalidad. Existe gran variabilidad entre los procesos y funciones psicológicas, así como entre los comportamientos de las personas en esta etapa de la vida. Las personas llegan a esta etapa de su vida con distintas experiencias y vivencias debido al estado de su organismo, así como las circunstancias que les ha tocado vivir y su propia historia de aprendizaje.

Las situaciones psicológicas y sociales y la propia personalidad de la persona mayor pueden condicionar el estado de salud y su grado de autonomía. De ahí que no se puede encasillar a la persona mayor dentro de determinados estereotipos.

Siguiendo a Rocío Fernández Ballesteros, las funciones cognitivas y las funciones afectivas, son los cambios más significativos producidos por la edad a nivel psicológico. Es importante señalar que las personas mayores tienen una amplia capacidad de aprendizaje. Durante el proceso de envejecimiento se produce un enlentecimiento y una menor eficiencia del funcionamiento cognitivo. Aunque estos cambios ocurren desde muy temprano en la vida, las personas mayores tardan más en responder a la información que reciben, sobre todo cuando las tareas que se le demandan requieren muchos recursos atencionales.

A pesar de las quejas de memoria en los mayores, tan solo la memoria de trabajo y la episódica suelen sufren cambios negativos asociados a la edad.

Las funciones cognitivas o intelectuales se expresan en una estructura psicológica que es la inteligencia, entendida como la capacidad de adaptación al medio, o como un conjunto de competencias que permiten resolver problemas contextualmente relevantes.

La inteligencia fluida que suele estar asociada a la fluidez verbal, aptitudes, velocidad perceptiva, razonamiento o aptitudes espaciales, suele declinar a partir de los 30.

La inteligencia cristalizada, que se relaciona con el vocabulario, comprensión, aptitudes de información, etc., una vez que alcanza una meseta se mantiene constante o incluso puede incrementarse hasta edades avanzadas.

Existe evidencia de que la actividad física y el ejercicio cognitivo, mejoran este funcionamiento en la vejez. Incluso las personas que realizan actividad intelectual en su vida cotidiana son menos propensas a presentar un envejecimiento patológico.

En las personas mayores, junto con el declive que pueda producirse, también se sabe que se producen cambios positivos en el funcionamiento intelectual. Bales y Cols. lo identifican como un “conjunto de conocimiento de experto en la pragmática de la vida”.

Epicuro en su carta a Medeo decía: “han de amar la sabiduría tanto el joven como el viejo; éste para que sintiéndose anciano rejuvenezca y aquél para que sea joven y viejo al mismo tiempo”.

En relación con las funciones afectivas, los sentimientos y las emociones conforman la afectividad. Esta etapa de la vida suceden situaciones estresantes como enfermedades, , pérdida de seres queridos, marcha de los hijos/as y, a veces, situaciones de discapacidad y/o dependencia, que puede ser vivido de forma muy diversa.

Además, en esta etapa de la vida, algunas de las situaciones negativas pueden provocar reacciones afectivas como la depresión, la soledad y el sufrimiento. Sin embargo, diversas investigaciones explican que no existe influencia de la edad en la expresión verbal de la experiencia de la felicidad y que las personas mayores no expresan menor felicidad, bienestar o satisfacción con la vida en comparación con los más jóvenes.

Por lo tanto, podemos decir que la ampliación de la esperanza de vida ofrece oportunidades, no solo para las personas mayores y sus familias, sino también para la sociedad en su conjunto. En esos años de vida adicionales se pueden emprender nuevas actividades, que pueden depender en gran de medida del factor salud.

Está demostrado que la salud está vinculada a la genética y a factores que tienen que ver con el entorno físico y social, en particular la vivienda, el vecindario y la comunidad, así como características personales como el sexo, la etnia o el nivel socioeconómico. El entorno en el que se vive durante las etapas más tempranas, en combinación con las características personales, tiene efectos a largo plazo sobre el envejecimiento. Los entornos físicos y sociales pueden afectar a la salud de forma directa o a través de la creación de barreras o incentivos que inciden en las oportunidades, las decisiones y los hábitos relacionados con la salud.

La Psicología del envejecimiento es la rama de la Psicología encargada de abordar y prevenir todo tipo de alteraciones psicológicas o trastornos mentales en las personas mayores, siempre aplicando terapias y estrategias basadas en la evidencia científica.

La intervención de los profesionales de la Psicología en esta etapa de la vida incluye tanto el diagnóstico como la intervención de todo tipo de problemas, así como la prevención de cualquier dificultad futura y la promoción de hábitos de vida saludables adaptados a quienes están pasando por esta etapa.

Desde la Psicología, entendemos que es necesario que la persona se prepare para este proceso de envejecimiento y fortalezca su salud física y psicológica y sus estrategias de afrontamiento ante las situaciones de crisis vitales que se puedan ir produciendo. A su vez, entendemos que el abordaje e intervención en sus dificultades afectivas es imprescindible para poder favorecer un proceso de envejecimiento satisfactorio y saludable.

María del Mar Aguilar Uceda.
Psicóloga.
Secretaria del COPCLM.
Colegiada CM00881

2023-06-02 XV Jornada Regional Psicología y Sociedad (25)
GALERÍA FOTOGRÁFICA
GALERÍA FOTOGRÁFICA
banner-division-clinica
banner-division-juridica
banner-division-educativa
banner-division-social
banner-division-PTORH
banner-division-deporte
previous arrow
next arrow