Con la llegada de Internet, la influencia que los medios de comunicación venían ejerciendo mediante la transmisión del ideal de belleza imperante en las sociedades occidentales e industrializadas, sufrió un cambio muy importante.
Esto fue posible, no solo por la sobreexposición de la información que supuso esta nueva forma de comunicación, sino porque empezaron a aparecer páginas en la red, todavía vigentes, que ofrecen material (escrito, imágenes, audio, vídeos) cuyo contenido apoya actitudes y comportamientos encaminados a lograr un peso corporal excesivamente bajo.
Además, en estas páginas, no solo se promueven prácticas alimentarias nada sanas, sino que también se alientan conductas autolesivas, e incluso suicidas.
Sin embargo, actualmente, ya no hace falta dirigirse a estos sitios de internet para encontrarnos con estos contenidos, ya que en las redes sociales más populares, como son Facebook, Twiter, o YouTube existen páginas donde se forman grupos que reivindican los Trastornos de la Conducta Alimentaria, por lo que es mucho más fácil el acceso a portales donde se fomentan estas problemáticas entre los jóvenes y adolescentes.
Desde que las redes sociales y los desórdenes alimentarios se “conocieron”, fuimos conscientes de esta relación en la Unidad de los Trastornos de la Conducta Alimentaria del Hospital Perpetuo Socorro de Albacete, sobre todo, a partir de que se empezó a observar un incremento de conductas autolesivas en las pacientes ingresadas en nuestro dispositivo.
Por ello, se consideró de vital importancia estudiar este fenómeno, y se observó cómo el uso de redes sociales favorece el inicio y el mantenimiento de las autolesiones. Cómo esta asociación es mayor en personas que padecen un trastorno de la conducta alimentaria, siendo la insatisfacción de la imagen corporal un importante desencadenante de estos comportamientos autodestructivos.
En este contexto los padres van a jugar un papel fundamental, ya que existen estudios que demuestran que los hijos de padres que están pendientes del uso que estos dan a las redes sociales, de lo que ven, y que están dispuestos a discutir los contenidos de estas páginas, presentan una mayor fortaleza personal, que va a ser un factor de protección muy importante contra este tipo de trastornos.
En nuestra opinión, y en relación al día de las redes sociales, queremos transmitir que consideramos de vital importancia que los padres tomen conciencia de esta influencia, que regulen el acceso a Internet, y sepan a qué sitios se conectan sus hijos, para poder prevenir estas problemáticas.
Germán Martínez Granero.
Residente de Psicología Clínica (4º año) en el Complejo Hospitalario Universitario de Albacete.
Nº de colegiado: CM02516
