A propósito D… Revisión del abordaje psicológico del tabaquismo (1ª parte)

El modelo que subyace al tratamiento psicológico es que fumar es una conducta que se explica, al conjugar, por un lado, factores sociales de disponibilidad, accesibilidad y publicidad; por otro, factores psicológicos de reforzamiento y procesos cognitivos.

Y, en tercer lugar, por la dependencia fisiológica de la nicotina. Y la consideración de todos y cada uno de estos aspectos es necesario para el abandono de los cigarrillos y para que el paciente se mantenga abstinente a corto, medio y largo plazo.

En la actualidad existen diferentes abordajes para que los fumadores dejen de serlo:

• Convencerlos para que dejen de fumar por sí mismos (mensajes en los medios de comunicación. Campañas publicitarias informativas, restricción del consumo .. )

• Intervenir mediante el “consejo” (médico, farmacéutico o de enfermería) se presenta como fundamental.

• Proporcionar al fumador procedimientos de autoayuda de tipo psicológico mediante manuales, folletos, etc.

• Que el propio médico, desde Atención Primaria, sea el que le sugiera el abandono del tabaco con ayuda farmacológico.

• Acudir a un tratamiento especializado, indicado especial mente para dependencias moderadas o graves, donde la elección serio un tratamiento psicológico o una combinación de este con apoyo farmacológico.

• Tratamiento especializado para tratar la dependencia a la nicotina y la comorbilidad psiquiátrica.

A la vista está la innegable importancia que adquiere la Psicología, las estrategias psicológicas a la hora de abordar el tabaquismo.

El tratamiento psicológico de personas con dependencia a la nicotina no es nuevo. Su aplicación comenzó hace ya 40 años, y desde entonces el revisionismo en las técnicas utilizadas ha sido bastante amplio. El gran salto en su evolución se da en los años 80 y en los 90, años en los que se desarrollan de sobremanera los tratamientos psicológicos. Esto nos ha permitido en la actualidad disponer de un abanico de tratamientos de elección con los que sabemos que podemos obtener los mejores niveles de eficacia. Dentro de esta evolución, un hecho es especialmente reseñable: la aparición y desarrollo de tratamientos farmacológicos y su combinación con los psicológicos, dada la necesidad de abordar y manejar aspectos tan importantes como la motivación para el cambio y prevención de recaídas.

Dentro de la revisión de técnicas de tratamiento que podríamos realizar se encuentran las siguientes:

• Los procedimientos aversivos: implican aparear fumar con un estímulo desagradable. El objetivo básico de la aversión es establecer una respuesta condicionada negativa a los cigarrillos. De este modo los aspectos positivos de fumar se tornan negativos. Destacan entre estas técnicas el fumar rápido, la saciación y la técnica de retener el humo.
Estas técnicas, ahora en desuso, pero de gran aplicación en los 70, obtuvieron buenos resultados, aunque, lo desagradable del procedimiento y el cribaje médico necesario limitaron su interés.

• Técnica de reducción gradual de ingestión de nicotina y alquitrán. RGINA (Fox y Brown. 1979) Esta técnica implica una reducción mediante el cambio semanal de la marca de cigarrillos.
Su facilidad de aplicación y su carencia de efectos secundarios hace que sea de las más utilizadas sobre todo dentro de un programa multi-componente, donde ha mostrado su eficacia.

• Otra línea de intervención e investigación es aquella que contempla la importancia de todos los estímulos asociados a la conducta de fumar. Una vez que se deja de fumar eventualmente, la presencia de estos estímulos, o el hecho de pensar en ellos, podría provocar una respuesta condicionada de abstinencia (deseo y/o querencia de la droga). Hay trabajos como el de Abrams (1986), que indica que los fenómenos de la reactividad condicionada a esas señales asociadas con la conducta de fumar pueden ser un importante predictor de las recaídas. Desde la psicología del aprendizaje, si esas señales que gobiernan la conducta de fumar se debilitan o se extinguen, dejar de fumar sería mucho más fácil.
Hay autores que indican que las técnicas cuyo objetivo es la extinción. pueden ser prometedoras utilizándolas como estrategias de preparación de dejar de fumar En esta línea nos encontramos técnicas de exposición, extinción y control de estímulos, que suelen formar parte de los actuales programas multi-componentes donde han demostrado ser de gran utilidad, no así cuando se realizan aisladamente.

• Entrenamiento en estrategias de afrontamiento. Las investigaciones señalan, y así lo he podido constatar en mi observación clínica, que aquellas personas que afrontan activamente los deseos de fumar, tienen más éxito en resistir las recaídas. Shiffman, en sus trabajos, ha encontrado que una combinación de respuestas de afrontamiento conductuales y cognitivas proporcionan una mayor protección en los momentos de deseo.
En los últimos años están aumentando los programas multi-componentes (varias técnicas o componentes de intervención), y posiblemente sean los más utilizados. Siendo estos tratamientos el eje central de la 2ª parte del artículo.

Mercedes Esparcia Moreno
Psicóloga Clínica
Col nº CM00369

Editado en: Abordaje del Tabaquismo en Castilla-La Mancha: Estrategias, normativas y terapéuticas. (Observatorio de drogodepencias de Castilla-La Mancha, pág. 67 a 71)

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