El duelo migratorio y sus desafíos psicológicos: estrategias para la superación

El duelo migratorio es un proceso emocional similar al duelo que experimentamos cuando enfrentamos la pérdida de un ser querido. Se entiende por duelo migratorio al conjunto de reacciones psicológicas que surgen cuando una persona abandona su país de origen.

El duelo migratorio se caracteriza por:

  • Ser un duelo múltiple: cuando una persona emigra, no solo deja su país de origen sino también familia, amigos, recuerdos, costumbres, idioma…
  • Ser un duelo parcial: la pérdida es reversible, es decir, saben que pueden volver a su país de origen, aunque esto les genera emociones contradictorias.
  • Ser un duelo recurrente: El duelo se revive con cada llamada, cada costumbre… está ahí de forma permanente.

¿Cuánto dura el duelo migratorio?

No se puede determinar una duración específica del duelo migratorio, varía enormemente de una persona a otra. En algunos casos, el proceso dura unos meses y, en otros, el proceso dura varios años e incluso de forma permanente ya que, por las características que hemos visto anteriormente, es un duelo que se puede revivir continuamente.

En todo caso, la duración puede depender de factores como la edad, la causa de la migración, la acogida en el país receptor, las pérdidas del país de origen y las condiciones de cada persona.

Fases.

Al ser un duelo recurrente, las fases pueden ser diferentes en cada persona y tener una duración completamente distinta. No obstante, es común que las personas que sufren duelo migratorio pasen por las siguientes fases:

  • Primera. Fase de negación: Es la primera fase porque tiene lugar cuando la persona está experimentando y asimilando el cambio. En esta fase, suele intentan reducir el impacto de la migración idealizando al país receptor y negando el impacto emocional que les supone el cambio.
  • Segunda. Fase de tristeza: En esta segunda fase la persona presenta mucha tristeza porque comienza a ser consciente del cambio y de todo lo que ha dejado en su país de origen. Suelen aparecer sentimientos de tristeza, nostalgia y soledad.
  • Tercera. Fase adaptación: En esta tercera fase la persona comienza a ser consciente de la nueva realidad y busca las estrategias para afrontarla. Suele ser habitual que amplíen su círculo social y comiencen a realizar acciones propias de la nueva cultura.
  • Cuarta. Fase de aceptación. Es la última fase, en ella la persona acepta el proceso migratorio y está feliz con su nueva vida. Suelen ver la migración como una buena decisión y mantienen contacto con su país de origen sin que les produzca malestar.

Sintomatología habitual.

Alguna de la sintomatología más habitual en el duelo migratorio es la siguiente:

  • Tristeza: Las personas que dejan su país de origen suelen sentir una gran nostalgia y tristeza profunda, especialmente en momentos iniciales, pues echan mucho de menos su país y todas las personas que han dejado allí. Además, llegan a un nuevo país en el que se sienten solos/as e incomprendidos/as.
  • Depresión: La sintomatología continuada de tristeza y nostalgia, unida al aislamiento social y las dificultades laborales y sociales en el país de acogida, pueden contribuir a la depresión.
  • Crisis de ansiedad y episodios de estrés: La incertidumbre sobre el futuro, la adaptación al nuevo país, los cambios gastronómicos y culturales, las diferencias de idioma y las dificultades laborales y sociales pueden generar miedo y preocupación, provocando altos niveles de estrés y ansiedad.
  • Aislamiento social y dificultad para integrarse: Las diferencias culturales e idiomáticas pueden generar aislamiento social, debido a las dificultades para crear relaciones y redes de apoyo. La dificultad para hacer nuevos amigos/as puede generar sentimientos de soledad y aislamiento.
  • Baja Autoestima: La dificultad para encontrar empleo e integrarse en el nuevo país puede afectar a la autoestima y la autoconfianza. Esta sintomatología se agrava cuando son víctimas de discriminación.
  • Culpabilidad: Es habitual que al migrar sientan sentimiento de culpa porque piensan que han abandonado a su familia. Esta sintomatología puede afectar negativamente al proceso de adaptación.

Las personas que han vivido situaciones traumáticas en su país de origen o durante el proceso migratorio pueden experimentar Trastorno de Estrés Postraumático, que se manifiesta a través de recuerdos intrusivos, pesadillas e hipervigilancia.

Estrategias para afrontar el duelo migratorio.

Aunque el proceso de migración es complicado de afrontar por los cambios emocionales y psicológicos que conlleva, algunas de las estrategias que pueden ayudar a reducir la sintomatología asociada a este proceso son:

  • Buscar apoyo: Resulta importante buscar el apoyo de familiares, amigos/as y/o profesionales que le comprendan y ayuden en este proceso.
  • Ampliar el círculo social: Resulta imprescindible intentar crear relaciones con personas del país de acogida para facilitar el proceso de adaptación. Puede ser mediante la realización de cursos, actividades deportivas, trabajo…
  • Aceptar el duelo: Entender que la sintomatología que se presenta forma parte del proceso migratorio, por lo que se debe de aceptar y no juzgar.
  • Conocer los recursos del país de destino: Para facilitar la integración es importante conocer los recursos con los que cuenta la nueva localidad, sociales, culturales, deportivos, laborales… con la finalidad de sentir que conoce el entorno y estar más conectado/a con el mismo.
  • Mantener costumbres del país de origen: El estar en un nuevo país no implica que se tengan que olvidar de las costumbres y tradiciones del país de origen. Realizar comidas típicas y mantener costumbres pueden facilitar el proceso de adaptación.
  • Mantener la comunicación con las personas del país de origen: Mantener el contacto con personas del país de origen, permite mantener los vínculos afectivos y sentirse bien emocionalmente.
  • Crear una rutina: Al llegar al nuevo país resulta complicado crear rutinas, pero es necesario comenzar a crearlas para reducir la sintomatología de tristeza y ansiedad.
  • Practicar técnicas de relajación: La realización de técnicas de relajación puede ayudar a gestionar el estrés y la ansiedad en los momentos en que se sienten mal emocionalmente.
  • Aceptar el cambio: Valorar el cambio positivamente viéndolo como una oportunidad y no como una barrera puede ayudar a reducir la sintomatología asociada al duelo migratorio.

    Superar el duelo migratorio requiere su tiempo por lo que es recomendable mantener la calma y pedir ayuda profesional cuando la sintomatología no mejore. En estos casos, la psicoterapia es una de las técnicas con mejores resultados porque ayuda a la persona a comprender el cambio y gestionar las emociones.

    Isidro Sánchez Rubio.
    Vocal.
    Junta de Gobierno del COPCLM.
    Nº Colegiado CM03010

    2023-06-02 XV Jornada Regional Psicología y Sociedad (25)
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