Con motivo de la presencia de la psicóloga Montserrat Lapastora, en la XVII Jornada Regional de Psicología y Sociedad del COPCLM, hemos querido plantearle una serie de preguntas que a continuación enumeramos.
Montserrat Lapastora es psicóloga especialista en psicología clínica, reconocida por entidades nacionales e internacionales como la FEAP, la EFPA y Europsy. Consultora EMDR en niños, adolescentes y adultos. Especialista en adopción, trauma y apego. Directora de la Clínica Psicoveritas.
P – Desde la pandemia de COVID, se han hecho más presentes los problemas de salud mental en la población joven. ¿Cuáles son los problemas más importantes detectados?
R – Desde la pandemia de COVID-19, ha aumentado la preocupación por la salud mental de los jóvenes, puesto que se han visto incrementados diferentes problemas y sintomatologías, entre ellas hay que destacar:
- Ansiedad y depresión: Se ha observado un aumento significativo en las manifestaciones de ansiedad y depresión, lo que ha repercutido negativamente en su calidad de vida y en su bienestar emocional.
- Aislamiento social: La falta de interacción presencial con amigos y compañeros ha generado sentimientos de soledad y dificultades en la socialización.
- Estrés académico: La adaptación a la educación virtual y la incertidumbre sobre el futuro han incrementado la presión y el estrés en los estudiantes.
- Conductas autolesivas y riesgo de suicidio: Se ha identificado un mayor riesgo de conductas autodestructivas en adolescentes y jóvenes. En estos casos, entiendo que ya había un problema de salud mental latente, pero que se ha puesto de manifiesto con las circunstancias de aislamiento, mayor confrontación con los padres y madres o mala gestión de las RRSS.
- Problemas de sueño: La alteración de rutinas y el aumento del uso de pantallas han afectado los hábitos de sueño, lo que también repercute en la salud mental.
Todos estos problemas han puesto de manifiesto la necesidad de fortalecer el acceso a servicios de salud mental y minimizar el estigma en torno que existe sobre la salud mental.
P – ¿Qué nivel de preparación psicológica ha de tener una pareja para llevar a cabo una adopción?
R – La adopción es un proceso emocionalmente complejo que requiere una preparación psicológica sólida por parte de la pareja adoptante. Algunos aspectos fundamentales a tener en cuenta son:
- Gestión emocional: Es fundamental que la pareja haya trabajado sus propios duelos y expectativas sobre la paternidad, especialmente si la adopción surge tras dificultades para concebir.
- Empatía: ponerse en el lugar del niño o niña para entender que las dificultades que pueda manifestar están relacionadas con el dolor y sufrimiento que tuvo en el pasado.
- Flexibilidad y adaptación: La llegada de un niño o niña adoptado puede implicar problemas y dificultades inesperadas, por lo que es importante tener una mentalidad abierta y capacidad de ajuste.
- Entender que la enseñanza tradicional basada en premios y castigos no suele funcionar con niños o niñas que han vivido adversidad temprana. Es necesario formarse en crianza conectiva.
- Comunicación efectiva: La pareja debe contar con herramientas para dialogar sobre sus emociones, preocupaciones y decisiones relacionadas con la crianza.
- Conocimiento sobre adversidad temprana: Informarse sobre el impacto psicológico del abandono y el maltrato en los niños o niñas que lo han vivido.
- Capacidad de vinculación: Es esencial que los adoptantes puedan construir un apego seguro con el hijo o hija, respetando sus tiempos y necesidades emocionales. Esto puede durar muchos años.
- Red de apoyo: Contar con familiares, amigos o profesionales que brinden orientación y acompañamiento facilita la adaptación a la nueva dinámica familiar.
De todo esto resaltaría 3 aspectos imprescindibles para ejercer la maternidad/paternidad adoptiva: Formación sobre adversidad temprana y crianza conectiva y psicoterapia individual para los padres.
P – Y en el caso de los niños o niñas, ¿Cuáles son las principales dificultades que padecen a la hora de integrarse en un núcleo familiar que, en principio, les puede resultar extraño?
R – La llegada de un hijo o hija a una nueva familia, nunca es bidireccional en los sentimientos y emociones que genera, para los padres o madres puede ser uno de los días más felices de su vida mientras que para su hijo o hija, lo más probable es que sea de los peores, le sacan de su entorno conocido, sea el que sea, y le llevan a otro, sin explicarle ni pedirle permiso, en el que todo le resulta distinto y atemorizante.
Las mayores dificultades se pueden observar en:
- La formación del vínculo y el apego: Algunos niños han experimentado rupturas en sus relaciones previas, lo que puede dificultar la formación de vínculos de confianza con sus nuevos padres. Tardarán tiempo en interiorizar y entender lo que es una mamá o un papá y les costará mucho trabajo confiar en los adultos.
- Miedo al abandono: El sentimiento de miedo al abandono queda grabado en su psiquismo y permanece en él la mayor parte de la vida, así como la sensación de rechazo. Estos sentimientos están presentes incluso en personas que han sido adoptadas con horas o días. Esto hace que sientan ansiedad y miedo a la separación, dificultando la integración en la familia.
- Dificultades en la identidad: La adopción puede generar preguntas sobre su origen y pertenencia, afectando su autoestima y seguridad emocional.
- Problemas de integración: Ajustarse a nuevas normas, rutinas y dinámicas familiares puede ser un proceso complejo, especialmente si han vivido en entornos institucionalizados.
- Diferencias culturales: En adopciones internacionales, el racismo, la xenofobia, el aprendizaje de un nuevo idioma y costumbres diferentes son dificultades añadidas que interfieren en la integración familiar.
- Las cinco dificultades presentes en casi todas las situaciones en las que se ha vivido adversidad temprana, incluido el abandono son, problemas de aprendizaje, baja autoestima, dificultad en las relaciones sociales, problemas conductuales y dificultad en la formación de la identidad.
- La familia y madre biológica tiene que estar presente en el imaginario psicológico de la familia adoptiva. Asumir con naturalidad que su hijo o hija tiene dos pares de padres y que esto es muy importante para él o ella. Si esto no es así, no solo dificultará su formación de la identidad, sino que también dificultará la vinculación con los padres.
Para facilitar la integración, es fundamental ofrecer un entorno seguro, fomentar la comunicación abierta y validar sus emociones teniendo una escucha activa.
P – ¿Cómo afecta el uso de las nuevas tecnologías a la conducta de los y las adolescentes?
El uso de las nuevas tecnologías tiene un impacto significativo en la conducta de los y las adolescentes, con efectos tanto positivos como negativos.
Algunos de los efectos positivos son:
- Acceso fácil a la información. Les facilita el aprendizaje y el desarrollo de habilidades digitales.
- Conectividad social: Permite mantener relaciones con amigos y familiares, incluso a distancia. Muchos y muchas adolescentes con dificultades de relación con sus pares, encuentran en las redes una manera de relacionarse y estar en contacto con otros chicos y chicas. Esto no es lo más adecuado, pero es menos negativo que estar todo el día encerrado en la habitación sin ningún tipo de contacto con el exterior.
- Creatividad y expresión: Plataformas digitales ofrecen espacios para la creatividad y el desarrollo personal.
Algunos efectos negativos son:
- Ciberadicción: Uso excesivo de redes sociales, videojuegos o internet, afectando la rutina y la vida diaria.
- Problemas de autoestima: Las comparaciones constantes con otros u otras adolescentes en redes sociales generan inseguridad.
- Dificultades en la comunicación: La interacción digital puede reducir la capacidad de socialización cara a cara.
- Riesgos de privacidad: Exposición a contenido inapropiado o peligroso. En esta etapa adolescente no tienen la suficiente conciencia del riesgo al que se exponen.
- El anonimato les permite agredir (insultar, poner fotos comprometidas, etc.) con impunidad.






