Desde el punto de vista de la atención psicológica, el COPCLM ha formulado ante la Consejería de Bienestar Social de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, sus observaciones al Borrador de Decreto por el que se establecen las condiciones básicas de los centros de servicios sociales de atención especializada, destinados a las personas mayores de Castilla-La Mancha.
Partiendo del contenido de la propia exposición de motivos del borrador, en el que se hace referencia a la necesidad de garantizar el acceso a “unos servicios de calidad, con la finalidad de hacer realmente posible una mejora efectiva de las condiciones de vida de las personas de la Región”, se plantea la imposibilidad de conseguir ese fin sin contar con las figuras profesionales adecuadas, máxime cuando más del 80% de los casos de ingresos se producen debido a situaciones de gran dependencia producida por discapacidad física y/o mental, lo que invita a una reflexión profunda sobre la calidad asistencial y los perfiles profesionales necesarios para su atención.
En las observaciones se remarca también que las mayores necesidades psicológicas y sociales se dan en las residencias de tamaño medio y en las grandes residencias, así como la falta de garantías de atención a las personas usuarias de los Centros de Día que refleja el borrador, donde existe demanda de atención psicológica no únicamente en lo referido a la atención cognitiva y afectiva a los usuarios, sino también la necesaria formación y atención a las cuidadoras familiares y no profesionales, requiriendo mayor participación de los profesionales de la psicología.
Las observaciones del COPCLM también incluyen la necesidad de que el “Plan Individual de Atención Personalizado” se realice de forma integral e interdisciplinar, que desde la dimensión psicológica se debe aplicar por psicólogos/as, que son los únicos profesionales que tienen el conocimiento completo sobre la conducta humana, el estado cognitivo, afectivo y emocional. Del mismo modo, el “Programa de Servicios y Actividades” ha de incluir un Programa Psicosocial que garantice la atención integral del residente y su familia, contemplando la valoración geriátrica integral en el momento del ingreso. También la implantación de la figura profesional de psicólogo/a en estos centros, con colegiación obligatoria, ya que no se puede garantizar una atención de calidad ni se puede pretender alcanzar la excelencia en la atención a las personas mayores sin el abordaje de aspectos emocionales, afectivos y cognitivos que son certificados en los sistemas de gestión de la calidad.
Finalmente, las propuestas abordan también, entre otras, la correcta especificación del número máximo de personas que pueden estar en la sala según las unidades de convivencia; el establecimiento obligatorio de las Unidades de Atención Especializada o Unidades de Conductas Especiales para la atención adecuada a este tipo de pacientes en todas las residencias de más de 80 plazas, debiendo contar con una figura profesional coordinadora de dicha Unidad, que debe ser de forma clara un/a profesional de la Psicología; así como la expresa inclusión, en el artículo 42, de la presencia de apoyo psicológico, en tanto en cuanto es necesaria su regulación y equiparación a otras profesiones que trabajan aspectos igualmente importantes de la salud.
